Todo el que recuerda su
propia educación, recuerda a sus maestros, no los métodos o técnicas. El
maestro es el corazón del sistema educativo
(Sidney Hook)
La OMS lleva ya varias décadas estudiando,
entre muchas otras cosas, el tema de la calidad de vida en el trabajo y cómo
esto afecta la productividad e impacta la economía, poniendo en evidencia que
el estrés laboral es un problema de salud pública (WHO,2002).
Dentro de los grupos con mayor nivel de
riesgo están los maestros, y esto no es realmente una sorpresa, lo que
sorprende es que padezcan niveles de estrés incluso más altos que las de
profesiones de riesgo como la policía, el personal de seguridad y emergencias y
hasta los mineros, motivo por el cual ya existe un número importante de maestros
diagnosticados con Síndrome de Burnout o de “estar quemado” por el trabajo.
El estrés laboral supone un estado mental
negativo y persistente que causa agotamiento emocional, sentimientos de
incompetencia, poca motivación y en general sintomatología física y psicológica
y las fuentes de estrés laboral dentro del contexto educativo son múltiples si
contamos el exceso de demandas y exigencias académicas, administrativas y hasta
emocionales.
Con respecto a las consecuencias negativas
para la salud de los docentes específicamente, hay estudios como el de Moriana
y Herruzo (2004) que destacan presencia de síntomas como insomnio, cansancio,
problemas gastrointestinales, enfermedades coronarías, padecimientos
musculares, aumento de enfermedades respiratorias, alteraciones de la voz,
vulnerabilidad a enfermedades infeccionas, ansiedad, depresión, estrés y en
muchos, como efecto secundario a los tratamientos médicos, abuso de fármacos tranquilizantes
o estimulantes y consumo excesivo de café y tabaco.
Teniendo en cuenta estos pocos datos que
les he compartido, podemos imaginar cómo se están sintiendo los maestros que
han tenido que asumir de manera abrupta el ejercicio de la enseñanza en una
modalidad virtual que:
1. Muchos desconocen:
un porcentaje importante de docentes no manejan herramientas TIC, otro
porcentaje importante lo hace de manera básica y solo un grupo pequeño estudió
y se especializó en educación mediada por TIC porque era afín al tema.
2. Les ha implicado cambios estratégicos y
metodológicos: haciéndoles reestructuras sus planes de aula,
priorizando contenidos y volviendo a planear clases para un ambiente, que
reiteramos, desconocen en muchas ocasiones.
3. Ha comprometido su intimidad:
Teniendo que convertir sus hogares en aulas de clase y compartir así la forma
como viven fuera de la escuela.
Y si bien entendemos que nadie esperaba
una pandemia, ni estaba preparado para ello, si hay que reconocer que los
maestros una vez más han asumido valerosamente los cambios, protegiendo a sus
estudiantes, brindando el mejor acompañamiento posible desde su conocimiento
pedagógico y sorteando las decisiones que los gobiernos locales han tomado para
salvaguardar la vida de los más vulnerables.
Atendiendo a la necesidad de los maestros
con respecto al estrés laboral, es que hemos venido trabajando junto a un
equipo de asesores en varias sesiones formativas on line (webinar) que estarán
completamente gratis y a su disposición, donde podremos ejercitar varias
técnicas de reducción del estrés. Entretanto creo importante que tomen nota de
algunas ideas que podrían servirles para aplicar en su cotidianidad y evitar
que los niveles de estrés se disparen llegando al punto de enfermarlos.
CUIDATE MAESTRO!!!
1. Haz un horario de actividades y esfuérzate por cumplirlo de manera que no te excedas, siempre habrá trabajo por hacer.
2. Permite que tu familia, colaboradores y padres de familia a cargo, conozcan el horario en el que estás disponible en tu labor docente, evitando estar 24/7 contestando dudas o elaborando asignaciones académicas y administrativas.
3. Aliméntate sanamente
4. Toma tiempo para cualquier actividad física
5. Invierte tiempo en aprender a identificar y gestionar tus emociones
6. Busca alternativas de ejercicios o técnicas de relajación que te gustaría practicar y anímate a empezar a usarlas.
7. Descansa. Recuerda que para mantenernos lucidos, lo recomendado es dormir entre 7 y 9 horas continuas.
8. Haz pausas en la jornada laboral
9. No sacrifiques el tiempo en familia
Recuerda que si estas saludable, en
equilibrio y feliz con lo que haces, serás más productivo y creativo para
resolver los contratiempos propios de tu labor.
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