"Nadie en el mundo sabe cuánta cantidad de comida necesita tu hijo,salvó el mismo"
(Carlos González)
La primera vez que oí el termino "Baby Led Weaning (BLW)" lo hice gracias al Pediatra de mi hijo Andrés Juan y por eso, de paso les cuento que este no es un articulo que contenga datos científicos acerca del BLW, más bien es la descripción de mi experiencia como madre y neuropsicóloga.
El Dr. Javier Criales (de quien dejaré sus datos al final de éste articulo), me invitó a iniciar la alimentación complementaría a los 6 meses de mi hijo y de manera jocosa me dijo "yo se que vos podes, estudia el tema y lo hablamos... si no estás tranquila para hacerlo, pues lo alimentas de manera tradicional y listo... llevamos años acompañando a nuestros hijos con papillas y aquí estamos, vivos y felices... pero quiero que te plantees esta posibilidad porque he visto resultados sorprendentes en el desarrollo infantil".
En nuestro caso, Andrés cumplía con los requisitos básicos para acceder a ésta técnica, que son:
1. Completar sus 6 meses de lactancia exclusiva
2. Ser capaz de mantener su espalda erguida
3. Ha desaparecido el reflejo de extrusión (es un mecanismo de seguridad que protege al bebé del atragantamiento, por el que expulsan
con la lengua cualquier objeto que entre en la boca y no sea leche materna o fórmula).
4. Mostrar interés por los alimentos
Con la duda en mente y las primeras orientaciones del Dr. Criales, me fui a casa con mi esposo y empezamos a averiguar de qué se trataba. Realmente pocas personas de nuestro circulo social habían aplicado la técnica y no parecían desde su experiencia, estar muy de acuerdo con el método... pero aún así decidimos hacerlo... total, lo peor que podía pasar era que pasada una semana dijéramos esto no es para nosotros y volviéramos a las recomendaciones de alimentación tradicional.
Pero hablemos entonces concretamente de qué es esto del BLW. Podría traducirse como “Alimentación complementaria dirigida por el bebé o a demanda“ y es una técnica que permite a nuestros hijos alimentarse naturalmente y a demanda, como venían haciéndolo con la lactancia materna exclusiva (cuándo, cómo y en las cantidades que ellos quisieran). Simplemente
nos encargaremos de poner a su alcance alimentos sanos, variados y en la misma presentación que consumimos los demás miembros de la familia, dejando que coman lo que
quieran y haciéndolos participes de la rutina familiar en la mesa.
Esto qué implica?... bueno, sencillamente no hay 2 menú en la casa, uno para el bebé y otro para el resto de la familia... no... es invitarlo a iniciar su alimentación consumiendo lo que todos consumimos. Por supuesto que este ejercicio no debe entenderse así literal como ustedes lo leen, es decir, hay unas recomendaciones generales que tienen los pediatras acerca de la alimentación de los niños, como el consumo de ciertos alimentos a determinadas edades, como huevo, pescado, sal o azúcar, entre otras cosas... y creo que una de las cosas más importantes es la comunicación con el pediatra, pues con seguridad el podrá guiar con facilidad las etapas del proceso.
Al principio muchas personas se sorprendían y otras hasta se asustaban por la manera como le ofrecíamos alimentos a nuestro hijo (crudos o con solo una pequeña cocción para ablandar y limpiar en el caso de las verduras, asados para las carnes y siempre en sus propios platos y con sus cubiertos), quien realmente comía poco y básicamente jugaba y experimentaba con sabores y
texturas, lo que no fue problema para nosotros dado que entendimos que a esta edad la alimentación tiene un objetivo
educativo y no necesariamente nutricional, pues sus necesidades aún están cubiertas por la lactancia materna.
Pensamos que ofrecerle frutas y verduras en trozos podría aumentar el riesgo de atragantamiento, pero realmente la
probabilidad de ahogarse es
la misma que con cualquier otro
método de introducción de
alimentos y por fortuna nuestro hijo nunca se atragantó.
Cuando permitimos al bebé
controlar lo que se lleva a la boca, le estamos ayudando a aprender a comer de forma segura.
Explorar antes de meterse el alimento a la boca le enseña lo que pueden masticar y gestionar.
El reflejo de arcada es un medio de seguridad para el atragantamiento, es un espasmo para que
no lleguen a las vías aéreas trozos grandes de comida.
Así las cosas, terminamos acostumbrándonos a cosas que son inevitables al elegir este método, como tener que limpiar la casa entera cuando terminan de comer porque han untado lo visible y lo invisible mientras comen o preparar una variedad de alimentos importante, pero en pequeñas cantidades, de modo tal que realmente el niño pueda elegir que quiere comer y no se desperdicien alimentos porque lo que queda también lo consumirá el resto de la familia. Todo lo anterior implicó un esfuerzo que rindió frutos de manera inmediata.
Pronto empezamos a notar logros en el desarrollo físico, emocional y del pensamiento que parecían tempranos para su edad, como:
- Desarrollo de motricidad fina y gruesa para tomar alimentos, separarlos y sostenerlos con sus manos
- Desarrollo emocional al hacer conocer sus deseos, gustos y elecciones,que lo que hicieron fue fomentar independencia, autonomía y seguridad (pues incluso nunca quiso que se le ayudara o que alguien le "cuchareara")
- Desarrollo del lenguaje, pues no solo empezó a hablar a temprana edad (9 meses) sino que lo hace de manera clara, gracias al fortalecimiento de la mandíbula y la musculatura de la boca que se logra con el BLW.
- Desarrollo del pensamiento al estimular todos sus sentidos y al hacer del ejercicio de aprendizaje una actividad divertida y exploratoria.
Además de nuestros logros como padres primerizos, pues no tener que hacer 4 o 5 propuestas de alimentos diferenciales en el día para un bebe, cargar potes de comida para cuando se esta por fuera de casa o angustiarse por que el consumo de alimentos es mínimo según nuestras expectativas, fue realmente liberador.
De toda ésta experiencia podría aconsejar 5 comportamientos que creo que aseguran el éxito de la técnica:
Por lo demás, se trata para mi, de tomar el tiempo para conocer las necesidades y particularidades del ser humano que estamos acompañando a crecer... aprender a observar y leer en su comportamiento y desarrollo lo que necesitan y pueden alcanzar, en todo caso, siempre podremos volver a la seguridad de lo tradicional.
Para más detalles podrían contactar al Dr. Javier Criales en su cuenta de Instagram, Facebook o en su consultorio:
Y aquí algunos vídeos en YouTube que podrían interesarles:
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